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16 de septiembre de 2014

TRENES TURÍSTICOS

foto Télam

SIETE TRENES PARA LLEGAR A DESTINOS ENCANTADOS DE LA ARGENTINA 


El Tren a las Nubes, La Trochita, el del Fin del Mundo, el de las Sierras, el Histórico, el de la Selva y el Tren de las Costa son servicios destinados al turismo para recorrer algunos lugares mágicos de Argentina y también disfrutar de originales viajes.

El trayecto más extenso es el del Tren a las Nubes, en Salta, que está entre los más altos del mundo e invita a llegar a la puna en un viaje por paisajes increíbles. Esta formación sale los sábados desde la capital salteña. Atraviesa el valle de Lerma y la Quebrada del Toro. 
Tras siete horas llega a San Antonio de los Cobres y el viaducto Polvorillas a unos 4.200 metros de altitud.En el trayecto recorrió  29 puentes, 21 túneles, 13 viaductos, dos rulos y dos zigzags.

El Tren del Fin del Mundo o Austral Fueguino, parte de la estación del Fin del Mundo a 8 kilómetros de Ushuaia y se interna en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Con coches calefaccionados y todo el confort, recorre 14 kilómetros entre ida y vuelta, por bosques, rí­os, montañas y valles donde se pueden apreciar follajes verdes en verano; amarillos, ocres y rojos de lengas y ñires en otoño; y blancos de nieve en el invierno.

El Tren Ecológico de la Selva es una formación propulsada a gas, de bajo impacto ambiental y con capacidad para 150 personas, que recorre el área Cataratas del Parque Nacional Iguazú, en Misiones.
Los turistas se trasladan en él a no más de 20 kilómetros por hora, hasta los principales puntos de ese paseo, como las estaciones Cataratas y Garganta, desde donde se accede a los circuitos Inferior y Superior y a la Garganta del Diablo.

Para quien visita Buenos Aires y quiere conocer Tigre y su delta, el Tren de la Costa lo lleva todos los dí­as desde Olivos, con un boleto que le permite bajar en estaciones intermedias y disfrutar de sus atractivos, para continuar el viaje en otra formación.

El Tren de las Sierras recorre, entre curvas, túneles y puentes, las pintorescas villas del Valle de Punilla, en Córdoba, con salidas todos los sábados del barrio Alto verde, a 12 kilómetros de la capital provincial, con la primera parada en el dique San Roque, donde los pasajeros pueden bajar y comprar dulces regionales.
Tras atravesar el arroyo Cosquí­n, trepa en La Cumbre a más de 1.100 metros, llega a las localidades de Cruz Grande y Los Cocos, con sus hermosas residencias, y finaliza en Capilla del Monte, donde se disfruta de un almuerzo y una recorrida por los alrededores.


El Tren Histórico, que recorría 36 kilómetros por la campiña entrerriana desde Villa Elisa al Palacio San José, redujo hasta 2015 su servicio a tres excursiones cortas, los fines de semana largos. Una llega hasta la localidad de 1° de Mayo, a 12 kilómetros de Villa Elisa; otra, hasta la estancia museo El Porvenir, donde los pasajeros son recibidos por una caravana de autos antiguos que los pasea por el lugar.
La tercera lleva a un campo donde se hace una representación histórica del ferrocarril para los turistas, que además aprecian los encantos de las lomadas y los sembradí­os al paso del trencito.
También existe un pequeño móvil ferroviario montado sobre zorras, con capacidad para 14 pasajeros, que a diario recorre 4 kilómetros por ví­as en torno de la ciudad, cuya duración es de 20 minutos.

El Viejo Expreso Patagónico o La Trochita, impulsado por una máquina a vapor y cuyos vagones de madera cuentan con una salamandra a leña, cumple un sinuoso paseo entre valles y mesetas de Chubut. Sale todos los sábados desde Esquel, hace una parada en Nahuel Pan, y a las seis horas arriba a la estación El Maitén.
El trayecto final se realiza a más de 700 metros de altura, por las laderas rocosas del valle del arroyo Esquel, y conforma una postal imperdible durante los días de nieve.

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