Por Alicia Cappelletti - Texto y fotos
Lo fácil ubicarla en el mapa, la Región de Aysén está al sur de Chile en la llamada Patagonia chilena y se extiende desde Puerto Montt al norte, hasta la Región de Magallanes al sur. Lo difícil, describirla. Dar una idea mas o menos clara de su geografía extensa recortada por fiordos, donde el mar penetra profundamente, con laderas intensamente verdes, surcada por ríos, lagos – uno de ellos, el General Carrera el más grande de Chile, compartido con Argentina, es el Buenos Aires de la provincia de Santa Cruz -.
Interminables bosques de pinos,que remontan a un pasado coflictivo entre la madera y la cria de ganado, nieve en las cumbres, glaciares y muchas flores, "chochos" (lupinos) de todos los colores posibles y las mas bellas rosas de Chile al decir de los lugareños.
La región de Aysén, según la leyenda más pintoresca, se llama así por Charles Darwin que la recorrió de sur a norte, y afirmó: “where ice end" (donde terminan los hielos)-. Aunque otros se lo atribuyen a los primitivos “hulliches”, que la llamaban "Ahche” por las grandes entradas del mar en los fiordos. Lo cierto es que es una región especial para el turismo aventura, rafting, cabalgatas, trekking en el hielo, escalada y el avistamiento de aves.
Se puede llegar por avión a Balmaceda o al aeropuerto Tte. Vidal de Coyhaique su capital y luego recorrerla siguiendo la Carretera Austral que la atraviesa cual columna vertebral, con varios tramos de ripio y que finaliza en Villa O Higgins.
El turismo desarrollado es incipiente todavía, aunque no por eso dejan de verse intrépidos ciclistas, algunos desde lugares tan lejanos como California, amantes del esfuerzo y la naturaleza en estado puro.
Coyahique: un pasado chilote
Coyhaique fundada en 1929, no siempre fue la capital, antes lo era la ciudad de Aysén distante 65km y se le nota su juventud en el caprichoso diseño de la plaza principal, en forma de pentágono, con calles internas que llevan el nombre de los cinco Regidores, pero con reconocimiento al esfuerzo en las esculturas erigidas en homenaje a los primeros pobladores – los chilotes -, y la maciza carreta de madera para ser tirada por doce caballos,expuesta en el boulevad nos remite a la explotación de los bosques y al primer aserradero fundado por un inglés.
En frente -casi oculta- una típica casa de tejuelas pintada de verde con techo de chapas, es la primera casa del pueblo, hoy con el proyecto de albergar un futuro centro cultural. Pegadita a la plaza está la feria artesanal, dónde la lana de vicuña y los tejidos de vivos colores son la vedette. Si faltó poner en la valija un abrigo este es el momento de comprar, no solo por los buenos precios sino porque por la noche baja la temperatura, es más, afirma nuestro guía Rodrigo Mansilla, "esta es la región donde las cuatro estaciones se pueden encontrar juntas y en un mismo día". Y le creímos porque su nivel de información fue excelente!
Me sorprende la forma de hablar de los aiseninos, el ché es usual en esta región y también el mate, así como las vestimentas del campo muy parecidas a las nuestras. La razón: el primitivo aislamiento, ya que solo se podían comunicar por mar con el resto de Chile, lo que motivó a que el comercio de mercaderías con las estancias, se hiciera a través de los pasos fronterizos, en territorio argentino, y este hecho que fue dejando su huella. Aun hoy la población es escasa, en sus 108.494,4 km² hay un estimado de 100.417 habitantes.
Llegamos a Puerto Río Tranquilo después de recorrer paisajes bellísimos, ríos y la sorpresa de cascadas aqui y allá. Las cercas de madera de ciruelillo o fresno delimitan los campos y siguen sinuosamente las profundas hondonadas.
Hacemos un alto en el singular parador "de Sole" -restaurante formado por dos ómnibus perfectamente equipados. Un sándwich de churrasco-palta, que no es otra cosa que carne molida con palta fileteada, con la promesa de un curanto, tradición traída de la isla de Chiloé y para el que las hojas de Nalca, - planta de mas de 2metros de alto que vimos a largo del camino de esta selva valdiviana - es especial. Nos encaminamos a conocer las Catedrales de mármol en el Lago General Carrera otro de los atractivos naturales de la XI Región , nos rodean los "chochos" amarillos que aqui tienen un perfume intenso.
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