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22 de enero de 2012

El hundimiento del crucero de Costa


El Concordia, destino del "turismo del dolor"

El número de visitantes que recibe la isla del Giglio se multiplicó
Por Elisabetta Piqué  | LA NACION

 
 
ROMA.- Una semana y un día después del naufragio del Costa Concordia, la isla del Giglio, el escenario del desastre, se convirtió ayer en meta de ese "turismo del dolor" o macabro que suele darse después de las grandes catástrofes.
Desde el drama, más de mil personas se embarcaron en ferry desde el puerto de Santo Stefano, en la costa de la Toscana, para alcanzar la diminuta isla y ver de cerca el "crucero de los sueños", esa enorme ciudad flotante, ahora semihundida, así como las tareas de socorro en marcha.
Hace dos fines de semana, los turistas que llegaron a la isla del Giglio fueron sólo 131, según consignó la agencia ANSA.
Por otro lado, ayer no hubo mal tiempo y la nave no volvió a moverse como el día anterior, por lo que se pudieron reanudar los trabajos de búsqueda de desaparecidos.
Pasado el mediodía, los buzos encontraron otro cuerpo, de una mujer, en avanzado estado de descomposición. El cadáver estaba en la zona de popa del crucero -de casi 300 metros de largo y 114.500 toneladas de peso-, cerca de uno de los puntos de encuentro para abordar las lanchas de salvataje. Subió así a 12 el balance de muertos en la tragedia, que también dejó al momento una veintena de desaparecidos.
Los buzos pudieron acceder a la parte sumergida de la embarcación después de abrir agujeros en el casco con microexplosiones. Después de dos días de intentos, un equipo de buzos de los carabineros logró ingresar en la cabina del comandante de la nave, Francesco Schettino, donde secuestró la caja fuerte, su equipaje y el pasaporte.
Por otra parte, logró recuperar un disco rígido con información clave para las investigaciones en curso, ya que contiene los videos realizados por diversas cámaras ubicadas en la nave. Entre ellos, debería estar el video del desastre, filmado desde el puente de mando, o el video que podría esclarecer el misterio de Domnica Cemortan, la joven moldava que nadie sabe bien qué hacía la fatídica noche del viernes 13 de diciembre en el Costa Concordia.
Esta bailarina e intérprete moldava seguramente cenó con el capitán: lo admitió Schettino durante el interrogatorio y ella también, en diversas entrevistas. Pero también fue vista tomar de más con él, según denunciaron algunos pasajeros, que también dijeron haber notado que eran más que amigos.
El material del disco rígido fue depositado en la fiscalía de Grosseto, donde los investigadores también esperan que sea recuperada la segunda parte de la caja negra, que conserva el registro completo de la ruta realizada desde el puerto de Civitavecchia, desde donde partió la noche del viernes la nave.
Considerado en todo el mundo el gran culpable de la catástrofe Schettino, un napolitano de 52 años, es, por ahora, el único imputado por el naufragio y se encuentra bajo arresto domiciliario en su casa de Meta de Sorrento, al sur de Nápoles. El denominado"capitán cobarde" -ya así aparece en un audio que se escuchó en todo el mundo en el cual otro comandante de la guardia costera le grita que vuelva a subirse a bordo- es acusado de homicidio culposo, naufragio y abandono de la nave.
Pero habrá que ver si Schettino es el único responsable de una tragedia que, según los investigadores, tiene seguramente más responsables. De hecho, crece con el pasar de los días el choque entre Schettino y Costa Cruceros, su ex empresa, que lo suspendió, le quitó asistencia legal y lo acusa de ser el culpable de la catástrofe, por no haber lanzado el alerta a tiempo.
Schettino, sin embargo, se niega a naufragar solo. Asegura que le avisó a la compañía naviera enseguida después del impacto con la roca cercana a la isla del Giglio. Según el Corriere della Sera, existen 10 llamadas telefónicas que realizó el comandante a partir de las 22.05 en los que habló con directivos de la naviera. En un llamado hasta pidió un remolcador y el envío de helicópteros.
Pero el presidente de Costa Cruceros, Pier Luigi Foschi, sigue echándole toda la culpa a Schettino y a su comportamiento "incomprensible", ya que "nunca había dado señales de abandono ni en el plano técnico ni en el humano", según dijo en una entrevista con Le Figaro, en la que reclamó que los comandantes ya no tengan "poder absoluto".
Más allá de la polémica entre Schettino y Costa Cruceros, crece el temor por los riesgos de una catástrofe ambiental gigantesca en una zona que es reserva ecológica y paraíso de los amantes del buceo.
El jefe de la Defensa Civil, Franco Gabrielli, dijo que es urgente que comience el operativo para vaciar las más de 2300 toneladas de combustible que todavía hay en el barco..

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