Pautas para ahorrar combustible en las vacaciones
Llegan las vacaciones de invierno y un viaje en auto es tentador.
A pensar, entonces, cómo hacerlo bien, preparados para salir a la ruta y seguros de no ahogar nuestro presupuesto en combustible, sea nafta, diesel o GNC.
Antes de partir, medicina preventiva.
Mejor visitar al mecánico antes de que algo haga ruido o aparezcan sorpresas.
Si el auto es nuevo, y somos cumplidores, hacemos el service cada 10.000 km. Ya estamos listos.
Si tiene algunos años, pasamos por el taller a controlar aceite, bujías, filtros. Y no está de más hacer alineación y balanceo de las cubiertas, que tal vez sea bueno rotar, ya que las de adelante se gastan más rápido.
No olvidemos revisar la presión de los neumáticos; las ruedas bajas consumen más combustible.
En el momento de partir, cargamos el auto lo menos posible. Si reducimos el peso, ahorramos combustible.
Y si de eso se trata: no arrancamos con el motor frío, empezamos a movernos en primera y recordamos que los cambios bruscos de velocidad aumentan el consumo.
Por eso, en la ruta conviene manejar a una velocidad uniforme. Y en la ciudad, evitar frenadas y aceleradas que, además de perjudicar el consumo, gastan más rápido los frenos y las cubiertas.
A su vez, es preferible usar lo menos posible la calefacción y el aire acondicionado. Su uso puede incrementar hasta el 15% el consumo de combustible.
Y no es bueno que el tanque de nafta se quede sólo con la reserva. Cuando se llega a ese punto, el filtro absorbe los sedimentos del combustible, se deteriora con mayor rapidez y tendremos que cambiarlo con más frecuencia.
Si nos detenemos a mirar un paisaje y la espera se prolonga más de un minuto, apagamos el motor.
Y al llegar a destino, estacionamos el auto y empezamos a caminar. La forma más linda, divertida y sustentable de hacer turismo.
¡Buen viaje!
Por María Elvira Montes de Oca
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