Entre lobos, pájaros y acantilados: Punta Bermeja

La Reserva Faunística Punta Bermeja a 60 Km. de Viedma, - “la lobería” - es la primera colonia de lobos marinos de un pelo.

 

A través de la ruta provincial número 1,  bordeando el río Negro hasta  el balneario El Cóndor  y luego en viaje por el denominado Camino de la Costa  se llega a la Reserva Faunística  Punta Bermeja, donde el lobo marino de un pelo es amo y señor.

Al llegar la primavera los lobos comienzan a reunirse en grupos. Primero llegan los machos y poco después se  presentan las hembras que vienen a dar a luz entre noviembre y enero.

 Los lobos marinos durante la mayor parte del año pasan casi todo el tiempo en  el mar. La facilidad y gracia con que estos mamíferos se mueven en el agua, se ve reflejada en los movimientos ondulantes conque que se desplazan, mostrando una ligereza que parece impropia de  su enorme tamaño.

En el lugar también conviven aves marinas y costeras que nidifican allí, completando un espectáculo de naturaleza plena, al que se suma la presencia de algunas orcas y a finales del verano  el paso hacia el sur de la ballena franca.

En los altos acantilados, característicos de la costa austral se ha instalado un balcón mirador desde el cual los visitantes pueden apreciar en toda su dimensión la vida de esta nutrida colonia de lobos.

La reserva posee también un Centro de Interpretación Faunística que permite al visitante conocer la vida de estos mamíferos así como observar los principales exponentes de la vida animal y vegetal  de la región.

Visitas guiadas

Durante la temporada de verano el ministerio de Turismo ofrece un servicio de visitas guiadas hacia los miradores del Centro de Interpretación. La actividad se suma a lo planificado por la Secretaria de Medio Ambiente a través de los Guardas Ambientales. 

Los  recorridos, destinados al público en general, se realizan todos los días en horario de 10 a 20hs, con entrada libre y gratuita.

Playas, acantilados, médanos y un mar azul en toda su dimensión es la experiencia que la costa rionegrina garantiza.
Una sucesión interminable de atractivos naturales para disfrutar a través de un safari fotográfico  y rescatar en imágenes todo lo que su imaginación sugiera.
Un  paisaje  enmarcado en un contexto absolutamente natural,  en una zona que ofrece amplias posibilidades de vivir las más variadas aventuras en contacto pleno con la naturaleza.
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