Los factores que limitan el crecimiento de las pymes
"Dejamos de tener cambios macroeconómicos permanentes. Tuvimos el triste récord, entre 1976 y 2001, de haber sido el único país que no sólo no creció sino que se des-desarrolló. En ese contexto nada se puede planificar, hay que sobrevivir", comenzó su discurso.
"Luego vino la estabilidad, y la posibilidad de incorporar la visión de largo plazo, y la planificación en la Argentina", acotó.
Y tras repasar el momento crítico que vive el mundo de "los indignados" entre Europa y Estados Unidos, responsables del 54% del consumo mundial, De Mendiguren destacó: "Esto no se resuelve discutiendo el alcance de los rescates, sino ver cómo volvemos a crecer, a generar empleo" porque "éste es un tsunami que va a llegar a muchas costas", aunque en estas costas "estemos por un sendero mejor, en una región que seguirá creciendo, con índices menores, pero con estabilidad macroeconómica y acumulación de reservas", agregó. "Hay que innovar", repitió una y otra vez. "Innovar en las relaciones económicas, sociales y políticas", amplió, aludiendo al trabajo que tienen que hacer las empresas, por un lado, y al diálogo con los sindicatos y el Gobierno, por el otro.
"Podemos duplicar el PBI en los próximos tres períodos presidenciales", subrayó, en una curiosa selección de términos temporales, tras reclamar "profundizar el modelo, y extenderlo".
A su turno, Vicente Donato, director del Observatorio Pyme, presentó los datos de la encuesta que miles de empresarios respondieron para darle forma al informe, y sopesar las perspectivas y desafíos que enfrenta el crecimiento argentino de los próximos años.
Las pymes, manifestó, son el secreto de la redistribución de los ingresos. "No son una alternativa al desarrollo de las grandes empresas, sino ejes de integración", destacó.
Donato sostuvo que la actividad entró en un amesetamiento, preparándose para "un segundo round" dado que el "modelo" y la macroeconomía dieron todo lo que tenían para dar.
Y tras recordar que a partir de la política pública de sostenimiento de la demanda agregada a partir de los problemas de 2009, señaló que los temas de largo plazo vendrán por el lado de los inputs de la oferta: la disponibilidad de la mano de obra, la posibilidad de acceso al capital y las condiciones que ofrecerá la infraestructura.
"Quiero remarcar que los desafíos a futuro serán la escasez de recursos humanos, el financiamiento insuficiente de la inversión, la oferta energética y los costos logísticos", resumió.
Respecto de la dificultad para contratar personal, el investigador destacó que en el último quinquenio "se agravó el problema de reclutamiento, por lo que estamos en un momento de restricción en el mercado de trabajo que le pone límites al crecimiento", afirmó.
Donato descartó que el factor salarios en las pymes sea la causa de esta retracción: "La tasa de incremento salarial entre las pymes fue parecida a la de las grandes empresas", argumentó, tras destacar que el mercado laboral es sencillamente chico, y la oferta insuficiente. "Tenemos que ir hacia un modelo de producción donde las empresas sean más intensivas en capital y menos en trabajo", advirtió.
Financiar la inversión
Aquí es donde surge otro déficit estructural: el financiamiento de la inversión. "Esto no depende de los gobiernos", aclaró: "El mercado del crédito es pequeño para el tamaño que tiene la economía argentina".Donato dijo que esta "anomalía" se da en la Argentina y en México, donde los mercados financieros tienen un tamaño relativo que no está acorde con las necesidades productivas y con este cambio de modelo necesario hacia un a economía más intensiva en capital y menos en recursos humanos para, por un lado, resolver el problema de la escasez de mano de obra y, por el otro, resolver el tema salarial.
"La participación del crédito en el PBI es históricamente baja, de alrededor del 20%. Pero los bancos han hecho un gran esfuerzo: en los últimos años, el autofinanciamiento se redujo del 77 por ciento promedio al 58 por ciento, y el crédito bancario pasó del 14 al 28 por ciento", explicó, tras acotar que la tasa de rechazo es alta. "El 33% de las empresas más bancarizadas tienen proyectos frenados por falta de financiamiento necesario para alimentar el tránsito hacia una empresa más capitalizada. Son muchas las empresas al tope de la capacidad financiera", amplió.
Donato remarcó que la tercera limitante la componen el combo insuficiencia energética y altos costos logísticos. Pero notó alguna mejora: en 2007 los empresarios acusaron 13 cortes energéticos sorpresivos (no programados y de más de 30 minutos), mientras que en 2010 el guarismo fue 7,2.
Otro cantar es el costo logístico. Las pequeñas y medianas industrias argentinas pagan el doble de costos logísticos que sus pares de países desarrollados.
- 200%
Es la participación que tiene el financiamiento a la inversión en el PBI de la Argentina
- 100%
Más altos son los costos logísticos de las pymes argentinas respecto de sus pares de economías desarrolladas
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